Cuba amaneció este 19 de noviembre con la noticia menos alentadora: Félix Báez Sarría, especialista en Medicina Interna y miembro del Contingente Internacional Henry Reeve que se enfrenta en Sierra Leona al virus del ébola, contrajo la enfermedad y será tratado en el hospital universitario de Ginebra, Suiza, por la experiencia de este centro en infecciones altamente trasmisibles.
La consternación, sin embargo, no ha sumido a la isla en el desencanto, como pudiera esperarse a raíz de un caso de tanta gravedad; sino que ha provocado una ola de mensajes de apoyo que trascienden las tertulias familiares, las colas de guagua y han llegado hasta los medios online y las redes sociales.
Justamente desde África Occidental llegó una de las primeras muestras de solidaridad: “Estamos aquí por nuestra decisión y solo nos retiraremos cuando el ébola no sea un problema de salud para África y el mundo”, escribió este miércoles en su perfil de Facebook el médico cubano Ronald Hernández Torres, miembro de la brigada que se encuentra en Liberia y que se ha convertido en una suerte de corresponsal voluntario de la misión.
Tras conocer la noticia de la enfermedad del doctor Félix Báez, Ronald difundió en su página que el paciente se mantiene hemodinámicamente estable y es atendido por los mejores profesionales de la propia brigada y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otras iniciativas surgen al calor del momento: Cuba está con Félix Báez se nombra la página que desde la mañana de este miércoles ya viene acumulando en Facebook cientos de mensajes y parabienes; y en la red social Twitter los internautas manifiestan su adhesión a la lucha del galeno por la vida con las etiquetas #FelixContigo y #FuerzaFelix, términos que, más allá del escenario virtual, reflejan la preocupación del pueblo cubano con quien se convirtió en su primer —y hasta ahora único— enfermo de ébola.
El propio hijo del doctor Báez envió a la redacción del medio online Cubasí un texto que refleja no solo el momento terrible por el que atraviesa su familia, sino también su agradecimiento por las manifestaciones de solidaridad que ha venido recibiendo.
“Hola soy el hijo de Félix. Me llamo Alejandro”, comienza su comentario el joven, estudiante de segundo año de la carrera de Medicina Militar, según fuentes consultadas por Cubasí.
En su mensaje Alejandro agradeció a “todos aquellos que de una forma u otra animan y dan esperanzas a nuestra familia y mi padre” y reconoció “también a las autoridades de la salud que hicieron posible que mi papá comenzara a recibir atención medica tan pronto y lo trasladaran a Ginebra para ser atendido con todos los medios”.
“Yo sé que todo saldrá bien y en unos meses esto será solo una historia para contar —afirmó—. Por otro lado animo a los que aun están allá cumpliendo con su hermosa labor a pesar del riesgo que implica y les agradezco por cuidar de mi papá mientras yo no estoy, todas nuestras esperanzas están con ustedes. Un saludo a todos. Papá, sé fuerte todo va a estar bien, aquí está toda Cuba esperando por ti”.
Hasta la redacción de Escambray han llegado, igualmente, comentarios de lectores que, como Lázaro Izquierdo, se suman a la conmoción nacional: “Es una situación difícil la del compañero y sus colegas médicos, la que con seguridad rebasará, pues muchos haremos nuestra plegaria solidaria por la salud de todos los cooperantes”.