Por Roberto Morejón
En Estados Unidos, postulados del capitalismo como el de obtener ganancias a toda costa se imponen incluso ante el infortunio ajeno y así ha sido en el tratamiento de los inmigrantes, al convertir los lugares de acogida en grandes negocios.
Con la política de tolerancia cero a la inmigración ilegal del presidente estadounidense, Donald Trump, aumentaron los espacios de admisión de personas capturadas al tratar de pasar por el límite con México.
Pero 65 por ciento de esos asentamientos está en manos privadas y la posibilidad de incrementar el dinero enviado a sus arcas depende de la falta de libertad de más personas, como las que intentan alcanzar el denominado “sueño americano”.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos asignó el pasado año 3 mil millones de dólares para sufragar los gastos del engranaje para el arresto de inmigrantes, la mayoría de ellos presentados ante los tribunales.
Ya se sabe que la administración Trump separó a niños de sus padres y los hacinó en campamentos hasta que la repulsa mundial logró la desactivación de la medida. Continue Reading