Sandeces son sandeces, pero cuando son empleadas como si fueran verdades irrefutables, estamos en presencia de perversidad, y a ella se pliega solícito el señor Luis Almagro, secretario general de la OEA.
Desde el momento en punto en que Almagro se quitó la hojita de parra de izquierda y se inclinó a Washington, lo vemos cada día más torpe y agresivo. De ahí el peligro de sus sandeces.
A instancias de sus mentores, que a él le falta talante para ser original, sus andanadas contra todo lo que parezca popular, repugna. Con Venezuela no ha podido ser más inmundo. Pero, con Cuba hay historia y línea de tiempo a considerar, aunque no por ello menos repugnante.
En una de sus primeras piruetas contra Cuba, no encontró mayor defensa que afirmar que era el único Secretario General de la OEA, que tenía una foto del Che en su oficina. Hay cosas que no se olvidan.
Luego, el concepto de sus preceptores yanquis de que Cuba es la madre de todos los males en el hemisferio, Almagro lo ha desarrollado con creces.
Y para no extenderme, este viernes ha dicho tales sandeces peligrosas que hay que denunciarlo con pelos y señas. Acusó al Gobierno de Cuba de exportar “mecanismos de terror” a otros países de Latinoamérica, como Venezuela y Nicaragua, donde ciudadanos cubanos han dirigido “torturas”.
Bien sabe el señor Secretario General, que él único lugar de Cuba donde se tortura es en el territorio de la Base Naval de Guantánamo, usurpado a la nación cubana para fines contrarios a los derechos humanos. Continue Reading