Alberto Navarro, embajador de la Unión Europea en Cuba, afirmó al periódico El País: «No podemos aceptar imposiciones unilaterales que son contrarias a los principios básicos del Derecho Internacional y que nos conducirían de vuelta a la ley de la selva. La UE defenderá hasta las últimas consecuencias los derechos de sus ciudadanos»
Que el bloqueo integral de Estados Unidos afecta no solo a los cubanos es una certeza tan compartida como la indignación que sus medidas provocan en terceros que cada vez se ven más involucrados en el cerco irracional dictado desde la Casa Blanca. La reciente aplicación del Título IV de la Ley Helms-Burton, que cierra las fronteras del «sueño americano» a responsables de compañías —y a los miembros de su entorno familiar— que «trafiquen» con bienes expropiados por la Revolución Cubana, va poniendo, a sus blancos, nombres y apellidos.
Uno de estos «objetivos colaterales» es Gabriel Escarrer Jaume, vicepresidente y primer ejecutivo de Meliá, la compañía española que administra en Cuba 35 hoteles y 14 000 habitaciones. El informe del periodista Mauricio Vicent, publicado el lunes en el sitio web del periódico El País, refiere la causa de esta sanción del Departamento de Estado norteamericano a este ciudadano, y esta familia, de otra nación: su participación en la gestión de dos hoteles cubanos del norte de Holguín, ubicados en terrenos que la Revolución expropió a los terratenientes Sánchez Hill.